Guillermo del Toro subía el lunes a recoger el Premio de la Academia de Hollywood como Mejor Dirección y también como Mejor Película por La forma del agua. Esta hermosa fábula sobre una princesa sin voz y el monstruo que vino a estropearlo todo ha conseguido un total de cuatro de los trece Oscar a los que estaba nominado. Puro cine.
Pero hoy no vengo a hablar de las grandes ganadoras, de grandes superproducciones que tanto gustan a Hollywood, sino de esas películas más independientes que se han colado con fuerza en esta 90º edición. Y eso tiene mucho valor. ¿Querrá decir esto que algo está cambiando en la industria del cine?
Un Hollywood con tintes indie
- Lady Bird, la película dirigida por Greta Gerwig y protagonizada por Saoirse Ronan se ha ido a casa con las mano vacías de premios, pero si con una gran victoria. Gerwing ha sido la quinta mujer en los 90 años de historia de los premios en haber sido nominada en la categoría de Mejor Dirección.
Un cifra que asombra, ¿acaso las mujeres no hacen cine que merezca ser reconocido? Por este motivo, esta película de corte indie sobre una adolescente, su necesidad de escapar de Sacramento -la ciudad donde vive- y la complicada relación con su madre, es una de las más relevantes de los Oscar.
- The Florida Project, o el retrato de aquellas personas marginadas que viven errantes de motel en motel a las afueras de Disneylandia. La película es dura, en honesta y a la vez es tierna gracias a la visión infantil. Su protagonista (Brooklyn Prince) vive en un escenario donde el alcohol, las drogas y la prostitución son algo habitual. Y sin embargo, como cualquier niña de su edad, Moonee disfruta del verano con sus amigos.
Esta película, dirigida por Sean Baker, se ha colado en los Oscar gracias a Willian Dafoe, el único actor profesional de un casting formado por actores no profesionales. Todo un logro, aunque Dafoe no lograra llevarse la estatuilla.
- Call me by your name. El director italiano Luca Guadagnino muestra una historia de amor entre un adolescente de 17 años, al que da vida el nominado Timothée Chalamet -uno de los actores de moda que también aparece en Lady Bird-, y el asistente de su padre.
Una película intimista y hermosa que se coló en los Oscar con tres nominaciones (Mejor Película, Mejor Guion Adaptado y Mejor Actor). Aunque se fue con las manos vacías, ya es un gran triunfo que una película de estas características haya tenido tanta relevancia en Hollywood.
- Una mujer fantástica. La película chilena de Sebastián Lelio se llevó el Oscar a Mejor Película de habla de no inglesa. Daniela Vega protagoniza esta historia sobre una mujer transgénero enamorada de un hombre mayor que ella.
A pesar de su fortaleza, tendrá que enfrentarse a los prejuicios de una sociedad que hará todo lo posible por hacer su vida imposible. Bravo.
- Déjame salir. Que una película de género haya conseguido cuatro nominaciones sorprende, y mucho. Pero si además se tiene en cuenta que Jordan Peele ha ganado el Oscar a Mejor Guion Original, ¿cómo se te queda el cuerpo?
Este thriller psicológico con tintes sociales ha sido una de las grandes sorpresas de la temporada, consiguiendo éxito de crítica y público.
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- Caras y lugares de Agnès Varda. Considerada por algunos como «la abuela de la Nouvelle Vague», este mito del cine independiente pisó la alfombra roja con sus 89 años.
No consiguió llevarse el Oscar, pero sí la simpatía y el reconocimiento de muchos, tanto de los presentes como de aquellos que vimos la gala por la tele. Una grande. ¡Maestra!