L.A. es una de esas bandas que te hace preguntarte «¿por qué no tendrán más exito?» La pregunta se repite cuando disfrutas de alguno de sus conciertazos, como el del pasado sábado 14 de diciembre en La Riviera, final de gira de «Dualize» (2013).
Ya les había visto en directo en un par de ocasiones, las dos en festivales. La primera fue en el S.O.S de este año, aunque apenas pude disfrutar de un par de canciones (¿¡por qué en los festivales tienen que solaparse los conciertos!?) y me gustó pero claro, supo a poco. La segunda vez fue hace unos meses en el DCode y ahí sí pude ver el concierto entero. Lo disfruté pero tengo que decir que esta banda da lo mejor de sí en una sala más pequeña y con un público más entregado, como fue el caso de La Riviera, que en un gran festival.
Dos horas de puro rock americano, de adrenalina masticada tema a tema y aderezada con el toque personal de una banda totalmente entregada que disfruta tocando, y eso siempre se transmite al público.
Los increíbles registros vocales de Luis Albert ya se comprobaron en «Heavenly Hell» (2009) y una vez más se repiten en su último trabajo «Dualize» (2013), uno de los mejores del año a nivel nacional. Sin embargo, sorprende escuchar en directo esos cambios de registro tan brutales, esa voz preciosa repleta de rock, de guitarras pesadas y sonidos de batería intensos.